viernes, 5 de noviembre de 2010

Fundido en negro

Sobre las cinco sonó el teléfono.

Estaba viendo una película, y esperaba que me llamasen para convencerme por enésima vez de que fuera al cine,pero ésta vez no era eso.

El padre de mi mejor amigo había muerto.

Veinticuatro horas después...
Estamos en la iglesia, todos juntos, y apiñados al final, hasta sus amigos de albacete han venido. Para muchos de nosotros es territorio hostil, y sintiéndonos incómodos, miramos a los experimentados y los imitamos tontamente para hacer el paripé.
Ya lo veo venir. La luz de la puerta abierta de par en par me ciega, pero aun así entorno los ojos para mirar a mi amigo, ya sin poder contener las lágrimas.Siguiendo la comitiva pasa por mi lado, y me tiende la mano. Llora.Lloro. Quiero abrazarle, tocarle, decirle que le quiero, pero tiene que esperar...
El sacerdote dice que no estemos tristes, que tendrá una vida mejor...¡Y una mierda! pienso yo. Su mujer y sus hijos no tendrán una vida mejor, su mujer y sus hijos lo van a pasar mal. Si cualquier jefe de allá arriba ha querido eso...mejor no creer en él.
La misa pasa...medio llorando, medio maldiciendo... a veces necesito una mano amiga para controlarme. Por suerte siempre esta allí.
Llega el momento de las condolencias, en la fila apenas me controlo. Su tío, el primero en recibir el pésame me tranquiliza, me dice que tengo que ser fuerte. Por él.
Al final llego a su lado. Le abrazo, le digo que le quiero. Lloramos juntos.No quiero, no puedo separarme de él, pero todo llega, y con un último beso me dirijo hacia su madre y tías.

La última mujer, una tía de mi amigo, me dice que lo cuide, que confía en mi. Llorando le respondo que lo último que le juré a su padre fué que iba a cuidar de su hijo. Mi juramento se amplió, a esa mujer le juré que iba a cuidar de su sobrino hasta la muerte.
Y lo digo en serio.
Por que los buenos amigos están en los buenos momentos, pero los mejores amigos están en los malos también...
Ésto lo escribo el fin de semana que no lo veo, el fin de semana antes de su cumpleaños. Sólo quiero que sepa, y recordarme yo en un futuro, cuanto me acuerdo de él.
Estaré siempre amigo.
Siempre

2 comentarios:

NiñoVaho dijo...

Me has dejado sin palabras... es un momento terrible, pero es la gente como tú la que da fuerzas para seguir adelante.

Su padre estará orgulloso de que su hijo te tenga a su lado*

Un abrazo, gracias por ser así y por hacerme sentir cada palabra que escribes...

Arlequín dijo...

Nunca esperas que ese momento llegue, o a lo mejor sí pero no deseas que llegue el dolor...
Sin embargo a veces hay que ser fuertes para poder sacar fuerzas a quien sabes que las necesita más.
No sabemos si su padre tendrá la oportunidad de estar orgulloso de que cuides tanto de su hijo, pero en todo caso, tu amigo sí que te lo agradecerá.
Ánimo, y un abrazo.