miércoles, 17 de marzo de 2010

un empujoncito...

Está refutado que la motivación es muy importante para conseguir una meta.

Hacía mucho tiempo que no me sentía asi, motivado, quizás ese era el problema. Ya ni recordaba esos momentos en los que sientes un intenso frío en el corazón, y parece que éste se ha contraido hasta la mitad. Hacía mucho tiempo que no sentía GANAS de hacer lo que hago.
Seguro que ése era el problema.
El año pasado fué un año difícil. Un año de cambios, un año para cortar lazos y para darme cuenta de las cosas que valen la pena; y quizás en esos quebraderos estaba cuando perdí el hilo de mi vida, cuando dejé de vislumbrar porqué hacía lo que hacía.
Y un año tuvo que pasar para poder recordarlo.
Y un profesor tuvo que ayudarme. Un profesor rompió esa muralla a la que ya me había acostumbrado y me habló de sus experiencias, de sus viajes, de sus aventuras...
Quizás es una tontería, y quizás no lo vuelva a ver. Pero se ha ganado mi respeto, y por eso nunca lo olvidaré.
Volviendo a lo de antes, ahora recuerdo por qué estoy en esta carrera. Recuerdo que quiero saber más de lo que me rodea, más de mi mundo. Saber el porqué de las cosas.
Ahora estoy motivado, feliz, quiero aprender...
Y eso me gusta.

Esta entrada va dedicada a esos dos profesores de química que me recuerdan que estudiar todavía sirve para algo.

1 comentario:

Arlequín dijo...

Sí, a mí también me gustaría ser alquimista... puede que tú algún día seas uno ;)
El libro me fascinó, no se parecía a ninguno de los que había leido (quizás al que más fue a El principito, no sé por qué) aunque ahora no me acuerdo mucho, me lo tendré que leer otra vez, cuando no esté tan ocupada...
Dime si te gustó.
Enhorabuena por haber resucitado tu motivación. Es gratificante recuperar lo que creias que habías perdido (a veces por medio de otras personas que te reconducen), me alegro mucho.
Y como tu dices, el último empujoncito...un gran abrazo querido Principe Mendigo.