jueves, 3 de febrero de 2011

Avanzando

Acabo de empezar. Llevo apenas treinta segundos.

Fluyo... Casi vuelo.
Siento como la materia se desplaza debajo de mi. Siento como va dejando paso a mi cuerpo, veloz, con cada patada, con cada brazada. No noto la resistencia... solo sé que avanzo. No se lo que pienso, no lo recuerdo. Veo borroso el suelo, quizás demasiado material tóxico en el ambiente, pero no me importa, sólo me doy cuenta de que avanzo. Cuando llego al final empiezo otra vez. Poquito a poco.
Avanzando...

Ya llevo diez minutos.
Empiezo a notar el cansancio. Me digo que es ese típico nodo. La "recaída". Empiezo a aburrirme. Quiero descansar, pararme. Intento pensar. Primero cuento hasta cincuenta, y luego hasta cien, hasta que me doy cuenta de que me he perdido tres veces en los cuarenta , por eso empiezo a pensar en otras cosas, en lo que voy a comer, en lo que voy a cenar, en el último videojuego que me he pasado.
Esas cosas...
No me doy cuenta de que avanzo.

Veinte minutos ya...
Ahora noto las endorfinas. Siento como se me bloquean los receptores del dolor. Mi cuerpo se defiende del abuso de energía de la mejor manera que puede, intentando hacerme feliz. Descanso un poco los brazos, me concentro en las piernas, intentando continuar con ellas. Cada vez el fondo está mas lejos, pero me da igual. Ahora mismo me siento bien, y es lo que importa.
Despues de todo... ya he avanzado mucho.


Treinta minutos

Si uno no se da cuenta de donde está su límite, el cuerpo se lo recuerda.No llevo gafas. Los ojos me escuecen... Siento cómo se va creando el ácido láctico. Siento como se deposita en cada uno de mis músculos, y me da miedo pensar en todas esas bolitas de leche solidificadas en mis músculos, pinchándome cada vez que me mueva.¿Seré capaz de agacharme?¿Podré ponerme el cinturón?. Esas preguntas tontas son las que te ayudan a aguantar otra ronda. Y otra más.
Sigo avanzando

Alarma de los cuarenta minutos.

Por fin. Estoy muerto, pero al final he acabado. Incluso se me ha montado un tendón en el gemelo. Pero he terminado. Al final las endorfinas han hecho su trabajo, estoy cansado, pero contento.

La semana que viene serán dos días. Seguro.

Nadar es como montar en bici. Nunca te olvidas de que sabes, pero sí de lo que sentías cada vez que lo practicabas...